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Programas detox

¿Cómo ayudamos a nuestro hígado a reducir la carga tóxica?

Por Ximena Yáñez Soto

Nuestro cuerpo es una maravilla de la naturaleza, una máquina que no comete errores, no se salta un latido del corazón, no olvida respirar y lleva a cabo miles de funciones de autoregulación segundo a segundo. Tiene la maravillosa habilidad de regenerarse, curarse a si mismo y desintoxicarse. Sin embargo vivimos en un mundo con una elevada carga de toxinas: el agua contiene cloro, fluoruro, cobre y químicos que llegan a los mantos acuíferos; nuestros alimentos contienen aluminio, mercurio, arsénico, químicos, pesticidas, hormonas y antibióticos; respiramos gases, partículas suspendidas, fungicidas y herbicidas; nuestra piel absorbe químicos a través de lo que tocamos; estamos expuestos y diversos patógenos que nuestro cuerpo debe combatir; vivimos la carga emocional de nuestras propias experiencias y estamos bombardeados de noticias y sucesos que muchas veces nos abruman y preocupan. Es decir, a pesar de que nuestro cuerpo es maravilloso, la carga tóxica que recibe en el mundo acelerado en el que hoy vivimos es mayor a su capacidad de procesamiento. De ahí la importancia de hacer una dieta detox cuando menos dos veces al año.

Nuestro hígado tiene la vital tarea de eliminar las toxinas, metales pesados y patógenos que recibimos por todas las vías a las que estamos expuestos y además se encarga de procesar las grasas que comemos. Pero, hoy en día, lo que entra es mucho más de lo que nuestro hígado puede procesar así que, para evitar que estos tóxicos lleguen a otros órganos y tejidos, almacena gran parte ellos provocando lo que se conoce como hígado graso. El sistema linfático trata de ayudar al hígado en este proceso de desintoxicación pero la carga es excesiva y genera edemas linfáticos en distintas partes del cuerpo.

Las dietas detox buscan darle un descanso al hígado para que pueda procesar y liberar todo aquello que ha almacenado y aminorar la carga de trabajo del sistema linfático. Es común que durante una dieta detox los síntomas de algunas enfermedades se acentúen y te sientas cansado. Las toxinas se estarán liberando al flujo sanguíneo y es importante retirarlas cuando antes a través de la orina. No todas las toxinas son solubles en agua, es decir, no todas las toxinas son fácilmente desechadas a través de la orina por lo que es importante darle al cuerpo las herramientas para que pueda eliminarlas. De ahí la importancia de excluir ciertos alimentos e incluir otros: excluimos alimentos para bajar la carga de trabajo del hígado e incluimos otros para facilitar la excreción de toxinas, patógenos y metales pesados. Además, las dietas que eliminan toxinas del cuerpo también nos ayudan a eliminar pensamientos tóxicos, nos brindan claridad mental y nos hacen sentir mejor con nosotros mismos.

Dentro de los programas que ofrezco incluyo programas detox que diseñaremos de acuerdo a tus necesidades específicas. Si quieres sentir nuevamente vitalidad y energía, si quieres hacer una muestra de cariño a tu hígado que trabaja duro día a día y si quieres levantar el velo de tus ojos provocado por pensamientos negativos, te invito a probar un programa detox conmigo… te aseguro que la experiencia será reveladora y te ayudará a apreciar tu vida desde otra perspectiva…


La hermosa y colorida sandía

Las sandías tienen una gran cantidad de enzimas y coenzimas que ayudan a la digestión, y su alto contenido en minerales traza es pieza clave para eliminar toxinas, metales pesados, pesticidas y herbicidas de nuestro cuerpo. Los electrolitos que contiene protegen al cerebro y al sistema nervioso. Su consumo es excelente para adelgazar la sangre, lo que previene enfermedades coronarias y regula la presión sanguínea. El sodio, el potasio y la glucosa que contiene son altamente bio-asimilables, lo que la convierte en uno de los alimentos más hidratantes que existen. Tiene alto contenido de sílice que es clave para reparar ligamentos, tendones, articulaciones, huesos, dientes y tejido conectivo. Su consumo regular ayuda a balancear la glucosa y prevenir la resistencia a la insulina.
Además ayudan a lidiar con el nerviosismo, la sensibilidad emocional, la ansiedad y el estrés.
¡Que tu vida se llene de color y salud todos los días con unas deliciosas rebanadas de sandía!


Anahata

Por Ximena Yáñez Soto

Anahata es el nombre en Sánscrito para el centro energético del corazón. Textualmente significa “desarmado”, lo que yo entiendo como “desprotegido o vulnerable”.
El rechazo es uno de los miedos más primitivos del ser humano, porque amenaza nuestro balance interno y sentido de auto-apreciación. Cuando sentimos rechazo nos des-integramos y nos sentimos separados o aislados. Para muchos (y confieso que yo viví así durante mucho tiempo) es preferible vivir sin amor que arriesgarnos a abrir el corazón… Es aquí cuando este centro energético se convierte en un mecanismo de protección y, si se nos pasa la mano, la energía no fluye por nuestro cuerpo. Para abrir el flujo de energía tenemos que entender nuestra relación con otros y con el mundo que nos rodea: un balance entre dar y recibir. Es ver el amor como algo infinito, algo a lo que tenemos derecho simplemente por estar aquí y apreciar ese amor infinito desde una perspectiva de abundancia y no de escasez; de unidad y no de separación. Cuando respiramos profundamente y traemos nuestra consciencia a cada inhalación y exhalación podemos abrir la puerta de entrada entre la mente y el cuerpo y entonces liberamos este bloqueo.
Cuando sientas rechazo o miedo a no formar parte de algo, siéntate confortablemente, cierra los ojos y observa tu respiración por algunos minutos.


Las etiquetas que nos definen

Por Ximena Yáñez Soto

Las etiquetas nos ayudan a entender la forma en la que el mundo funciona y nuestra relación con él, pero no deben definirnos. No dejes que las etiquetas te definan y haz los cambios que a ti te hagan sentir bien. Es común que al hacer algún cambio en tu estilo de vida, la gente se burle y cuestione tus intenciones.

Pero ten presente que no se trata de envolvernos en el glamour o desencanto de alguna tendencia de moda, se trata de empezar a actuar con el corazón. Es muy difícil definir quiénes somos porque pensamos que somos nuestra historia personal y las etiquetas que nos hemos autoimpuesto. Lo que sí te puedo decir es que eres un ser hermoso, único e irrepetible que vino a este mundo a cumplir un propósito. ¿Cuál? eso solo tú puedes saberlo. Dicen algunos textos antiguos que haber llegado a este mundo como un ser humano es uno de los privilegios más grandes de la creación, así que no es descabellado pensar que puedes cumplir ese propósito único y especial mientras dejas a tu paso una huella de luz. En la mayoría de los casos, los grandes cambios empiezan con pequeñas acciones: un pequeño acto de bondad puede propiciar una transformación extraordinaria en la persona (o ser) que lo recibe y ésta, a su vez, puede replicarlo. Esa primera acción tiene el potencial de repetirse interminablemente (como la piedra que se lanza al agua y genera ondas en la superficie). Así que nunca desaproveches tu oportunidad de brillar.

En algunas culturas se utiliza el mismo vocablo para las palabras “problema” y “oportunidad”. La realidad es que la vida es neutral y lo que sucede no es ni bueno ni malo; la vida no te sucede, la vida simplemente sucede. Tú tienes el poder para contemplar cualquier situación como un problema o como una oportunidad: lo maravilloso es que tú tienes la autoridad (y nadie más) para tomar la decisión y acomodarte a las condiciones que se te presenten. Puedes ver las situaciones por las que hoy atraviesas como problemas en donde tú no puedes hacer nada porque te sientes pequeño e insignificante o las puedes ver cómo oportunidades para probar tu creatividad, tu resiliencia y tu flexibilidad mental. Si decides ver estos retos como oportunidades de transformación, tu presencia en el mundo no será de paso sino que dejará una profunda huella en el cambio hoy se necesita.


Crema de brócoli con semillas de girasol

Por Ximena Yáñez Soto

Ingredientes:

  • 2 cdas de aceite de oliva
  • 1/2 cebolla blanca o amarilla
  • 3 tazas de brócoli
  • 1 taza de semillas de girasol
  • 1 cda de fécula de papa o de maíz
  • 1 cta de sal
  • 1/2 cta de pimienta negra
  • 4 tazas de caldo de vegetales
  • 2 cdas

Pasos:

  • Cocina el brócoli y la cebolla en una olla con 3 tazas de caldo de vegetales, tapa y cocina a fuego medio por 15 min.
  • Reserva ¼ taza de brócoli cocido y pícalo finamente
  • Coloca el resto del brócoli con la cebolla cocida en la licuadora, agrega la taza de caldo que reservamos y las semillas de girasol, licua por 4 min. hasta que quede suave y cremosa y coloca en una olla caliente con el aceite de oliva.
  • Disuelve la fécula de maíz o de papa en dos cucharadas de agua fría y agrega a la sopa.
  • Agrega la sal y la pimienta, deja que espese por 5 min.
  • Agrega el brócoli picado que reservaste.
  • Sirve y disfruta!

¿Podemos seguir esperando?

Por Ximena Yáñez Soto

Por más de 20 años trabajé en un fondo ambiental con la esperanza de construir un mejor futuro para México y para nuestros hijos. Como muchas otras personas pensé que las acciones para frenar y revertir la degradación de los recursos naturales eran responsabilidad del gobierno y de las organizaciones de la sociedad civil. Pensaba que era fácil tapar el sol con un dedo o hacerme de la vista gorda llevando a cabo un par de ajustes ambientalmente responsables en casa, pero dejando los grandes retos de la conservación a la caballería pesada: a los que son visibles y tienen voz.

Hace un par de meses tuve un sueño que me cayó como baldazo de agua fría: soñé que mi tataranieta me preguntaba qué había hecho yo por el planeta al enterarme de los problemas que nuestro estilo de vida moderno le llegaría a causar a las generaciones futuras… Sin poder contestar y con un nudo en el corazón caí en cuenta que dejar todo el trabajo y responsabilidad a estos grandes actores no era suficiente.

Ya no podemos seguir esperando a que otros cambien el destino de nuestro planeta: es el momento de tomarnos en serio las advertencias sobre el futuro que estamos dejando a nuestros hijos y, desde nuestra trinchera, hacer todo lo que esté en nuestras manos para revertir el deterioro… Ahora que todavía estamos a tiempo.

No podemos seguir esperando a que los gobiernos o las corporaciones resuelvan los gravísimos problemas de salud pública y deterioro ambiental: no habrá dinero que alcance para solucionarlos si, como sociedad, no los atacamos desde la raíz. Debemos empezar por lo que ponemos en nuestro plato y el plato de nuestros hijos. Tal vez valga la pena que, con mucha consciencia te preguntes: “¿qué están comiendo mis hijos?” y, dependiendo de la respuesta, definas si llegó el momento de dejar de lado las creencias que repiten tus familiares, amigos, doctores, los medios masivos de comunicación y hasta el gobierno. Los medios masivos de comunicación nos han condicionado por muchos años y es momento de empezar a preguntarnos qué es lo que realmente nos hace sentir bien, a analizar nuestro comportamiento y a decidir nuestro camino. ¿No es curioso que, a pesar de los increíbles avances tecnológicos en medicina, gran parte de la población mundial viva en un estado de enfermedad crónico? Nuestra situación actual es el resultado de una combinación desafortunada de factores: 1) la degradación y contaminación de nuestros recursos naturales, 2) un incremento excesivo en el consumo de productos animales, 3) el bajo consumo de productos de origen vegetal y 4) el cambio radical en nuestro estilo de vida.

Algunos expertos dicen que en 50 o 100 años todos los seres humanos tendrán una dieta basada en plantas. Si eso sucede como resultado de una catástrofe o como resultado de una transformación pacífica y en favor de la vida, dependerá de 1) que tomemos hoy las decisiones correctas y 2) nuestro compromiso como sociedad para lograr el cambio que el planeta urgentemente necesita. Mi recomendación es -si quieres hacer un cambio que transforme positivamente tu vida, la de tus seres queridos y la de las generaciones futuras- que empieces por escucharte a ti mismo y sentir, en tu propio cuerpo, qué es lo correcto y qué te hace sentir bien. Lo que propongo no es una campaña contra el consumo de productos de origen animal. Mi propuesta es únicamente bajar la descomunal cantidad que consumimos a diario, mejorar la calidad de los nutrientes de esos alimentos y aumentar el consumo de frutas y verduras.

Si decides ver estos retos como oportunidades de transformación, tu presencia en el mundo no será de paso sino que dejará una profunda huella en el cambio que necesitan las generaciones futuras.

¿Qué mejor regalo para nuestros hijos?


Smoothie detox

Por Ximena Yáñez Soto

Este smoothie es excelente para eliminar metales pesados del cuerpo. Y eso se logra porque sus ingredientes tienen propiedades extraordinarias que ayudan a nuestro cuerpo durante sus procesos de desintoxicación: el plátano tiene muy alto contenido de potasio, el cilantro es un excelente conductor para desechar metales pesados fuera del cuerpo, los arándanos (de preferencia silvestres) tienen altísimo contenido de antioxidantes, las semillas de chía y hemp son «proteínas completas» y altas en ácidos grasos omega 3, la linaza también tiene alto contenido de omega 3, la espirulina (de prefencia hawaiana) es también una proteína completa, conduce metales pesados fuera del cuerpo y tiene alto contenido en vitaminas y minerales y la cúrcuma es un excelente antiinflamatorio natural que, con ayuda de la pimienta, incrementa su potencia unas 2,000 veces. ¡Muchísimas razones para que este delicioso licuado forme parte de tu lista de nutritivos y deliciosos desayunos!

Ingredientes

  • Jugo de 1 naranja y 1 manzana
  • 1 plátano
  • 1 manojo generoso de cilantro
  • 1/4 de taza de arándanos (de preferencia «silvestres» que son más chiquitos)
  • 1 cta de semillas de chía
  • 1 cta de semillas de hemp
  • 1 cta de linaza
  • 1/2 cta de espirulina (de preferencia hawaiana)
  • 1/2 cta de cúrcuma
  • 1 pizca de pimienta

Modo de preparación

  1. Licua y disfruta.

Una lectura para abrir los ojos

Por Ximena Yáñez Soto

Esta lectura te enfrentará a una realidad que ha permanecido oculta. Como sociedad, nuestros patrones de comportamiento y consumo han sido condicionados con el único objetivo de beneficiar a unos cuantos. Aquí encontrarás algunas reflexiones que te ayudarán a retirar los velos que te han sido impuestos para que veas la realidad con una mirada fresca. Si quieres tener el control sobre tus decisiones, sobre tu vida y sobre tu salud, la salud de tus hijos y la del planeta, en beneficio de la humanidad y de las generaciones por venir, esta es una lectura que no te puedes perder.

Las granjas para la agricultura animal intensiva son espacios de confinamiento de alta concentración animal. Estas granjas dominan la industria a nivel mundial, ya que proveen una fuente de productos animales «eficiente y de bajo costo». La realidad es que producir proteínas animales con el objetivo de cubrir el 100% de las necesidades nutricionales de la población mundial es altamente ineficiente, especialmente en un mundo donde más de 1,000 millones de personas tienen hambre.

Estas granjas son catalogadas como el segundo contribuyente de gases de efecto invernadero que son los que se acumulan en la atmósfera y provocan el cambio climático. La erosión y el deterioro de suelos que generan los espacios de confinamiento y la agricultura intensiva necesaria para alimentar tal cantidad de animales son también factores que contribuyen al cambio climático. Tanto la agricultura, como la ganadería industrial disminuyen la fertilidad y alteran la composición de los suelos, lo que provoca que el dióxido de carbono se libere a la atmósfera.

Hemos alcanzado un punto en la historia en donde nuestros hábitos y patrones de generación, uso y consumo ya no son sostenibles ni justificables. Nunca antes la humanidad destruyó tanto y hemos exterminado especies de plantas y animales a una velocidad nunca antes vista. La escala masiva de introducción de plantas genéticamente modificadas es desoladora y desconocemos las repercusiones ambientales que este abuso tendrá en el futuro.

Te invito a que leas el libro «Por tu salud y la del planeta», cuya propuesta es transitar hacia una alimentación consciente y, como consumidores, exigir a la industria de los alimentos prácticas limpias y que respeten el medio ambiente. El libro se enfoca en la transición hacia a una dieta que respete el medio ambiente, básica para nuestra salud, la salud de nuestros hijos y la salud del planeta. Es una invitación a vivir en armonía con el mundo que nos rodea. Un regalo excepcional para todos aquellos que quieren ser parte de la solución y dejar un mejor futuro a las generaciones por venir.