Por Ximena Yáñez Soto

Las etiquetas nos ayudan a entender la forma en la que el mundo funciona y nuestra relación con él, pero no deben definirnos. No dejes que las etiquetas te definan y haz los cambios que a ti te hagan sentir bien. Es común que al hacer algún cambio en tu estilo de vida, la gente se burle y cuestione tus intenciones.
Pero ten presente que no se trata de envolvernos en el glamour o desencanto de alguna tendencia de moda, se trata de empezar a actuar con el corazón. Es muy difícil definir quiénes somos porque pensamos que somos nuestra historia personal y las etiquetas que nos hemos autoimpuesto. Lo que sí te puedo decir es que eres un ser hermoso, único e irrepetible que vino a este mundo a cumplir un propósito. ¿Cuál? eso solo tú puedes saberlo. Dicen algunos textos antiguos que haber llegado a este mundo como un ser humano es uno de los privilegios más grandes de la creación, así que no es descabellado pensar que puedes cumplir ese propósito único y especial mientras dejas a tu paso una huella de luz. En la mayoría de los casos, los grandes cambios empiezan con pequeñas acciones: un pequeño acto de bondad puede propiciar una transformación extraordinaria en la persona (o ser) que lo recibe y ésta, a su vez, puede replicarlo. Esa primera acción tiene el potencial de repetirse interminablemente (como la piedra que se lanza al agua y genera ondas en la superficie). Así que nunca desaproveches tu oportunidad de brillar.
En algunas culturas se utiliza el mismo vocablo para las palabras “problema” y “oportunidad”. La realidad es que la vida es neutral y lo que sucede no es ni bueno ni malo; la vida no te sucede, la vida simplemente sucede. Tú tienes el poder para contemplar cualquier situación como un problema o como una oportunidad: lo maravilloso es que tú tienes la autoridad (y nadie más) para tomar la decisión y acomodarte a las condiciones que se te presenten. Puedes ver las situaciones por las que hoy atraviesas como problemas en donde tú no puedes hacer nada porque te sientes pequeño e insignificante o las puedes ver cómo oportunidades para probar tu creatividad, tu resiliencia y tu flexibilidad mental. Si decides ver estos retos como oportunidades de transformación, tu presencia en el mundo no será de paso sino que dejará una profunda huella en el cambio hoy se necesita.

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