La conciencia de la abundacia
“Dejar un mundo algo mejor, bien sea por un niño saludable, un rincón de jardín o una condición social redimida; saber que al menos una vida ha respirado mejor porque tú has vivido. Eso es haber triunfado”
Ralph Waldo Emerson
La abundancia se experimenta cuando nuestras necesidades están cubiertas y nuestros deseos se cumplen naturalmente. Nos sentimos abundantes cuando experimentamos dicha, salud, paz, un firme propósito de vida, vitalidad y energía en cada momento de nuestra existencia, sin que estas emociones puedan alterarse por las situaciones que atravesamos: es una sensación de totalidad y plenitud en cada momento y faceta de nuestra vida.
Experimentamos abundancia en la risa de nuestros hijos, en la sombra que los árboles nos ofrecen en un día caluroso, en el rayo de luz que se cuela por tu ventana, en la brisa de una tarde de verano, en el roce de las olas a la orilla del mar, cuando abres los ojos en la mañana para recibir un nuevo día, cuando escuchas música que te hace vibrar, cuando abrazas a tus amigos y familiares o cuando tienes un momento para ir a tu interior. La naturaleza también refleja la abundancia en la majestuosidad de las montañas y la calma de los lagos, en el rugir de las olas en una tormenta y el fluir de los ríos, en el viento que juega en los pastizales y las abejas sobre campos de flores silvestres, en la densidad de los bosques y la vastedad de los desiertos, y en la riqueza de especies que comparten con nosotros el planeta.
El universo provee para todos, no hay necesidad de destruir o acumular. Para ser abundantes debemos estar presentes y abiertos a percibir y respetar nuestro entorno; a permitir que la generosidad del universo fluya en nuestro interior. Cuando vivimos para crear un ambiente de abundancia nos hacemos un regalo a nosotros y al mundo que nos rodea.
Abre tu corazón para recibir la abundancia a través del contacto con y respeto a la naturaleza, sé considerado con el planeta al que llamamos hogar y con las especies con quienes lo compartimos. Toma consciencia del origen de los alimentos con los que nutres tu cuerpo, mente y espíritu. Acepta la abundancia para ti mismo y para los demás: hay suficiente para todos, sólo tienes que estar abierto a esta fuente inagotable de recursos que provee el universo.
Para compartir
- Tómate el tiempo de observar lo que te rodea y apreciar la abundancia que ya te ha sido entregada por el universo.
- Cierra los ojos, agradece todo lo que tienes y experimenta la consciencia de la abundancia.
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