Hoy tengo un sueño…

El tercer lunes de enero, en EUA se celebra la vida y los logros de Martin Luther King Jr. El Rev. King lideró un movimiento pacífico a fines de los años 1950 y 60 para lograr la igualdad legal para los afroamericanos y los económicamente desfavorecidos en los Estados Unidos. Fue un activista social que defendió la igualdad de los hombres y las mujeres, independientemente de su color o credo. Mientras otros abogaban por la libertad por «cualquier medio necesario», el Rev. King usó el poder de las palabras y los actos de resistencia pacífica como las protestas, la organización de base y la desobediencia civil para lograr objetivos aparentemente imposibles. Habló de servicio, comunidad, empoderamiento y no violencia. Fue arrestado más de veinte veces y agredido al menos cuatro. En 1963 fue nombrado «Hombre del Año» en la revista «Time» y no sólo se convirtió en el líder del movimiento estadounidense para los derechos humanos sino en una figura a nivel mundial. En 1964, a la edad de 35 años, recibió el Premio Nobel de la Paz, hecho que lo convirtió en el hombre más joven en recibir este premio. Su discurso de aceptación se considera uno de los más poderosos jamás pronunciados.

Su sermón más famoso fue el discurso «Tengo un sueño»… «Yo tengo el sueño de que un día cada valle será exaltado, cada colina y montaña será bajada, los sitios escarpados serán aplanados y los sitios sinuosos serán enderezados… Esta es nuestra esperanza… Con esta fe seremos capaces de transformar las discordancias de nuestra nación en una hermosa sinfonía de hermandad. Con esta fe seremos capaces de trabajar juntos, de rezar juntos, de luchar juntos, de ir a prisión juntos, de luchar por nuestra libertad juntos, con la certeza de que un día seremos libres.«

Como el Rev. King, todos tenemos sueños… A mí me gusta soñar que un día uniremos nuestras fuerzas para dejar un planeta saludable, abundante y hermoso a nuestros hijos… ese hermoso planeta al que llamamos «hogar».

Alguna vez escuché que si un avión cambia ligeramente su orientación mientras vuela, ésto provoca un cambio radical en la ruta de vuelo y su correspondiente destino. Lo mismo sucede con nosotros. Si hacemos pequeños cambios positivos en nuestro estilo de vida, el resultado puede tener grandes implicaciones no solo en nuestra vida, sino a nuestro alrededor. Un pequeño acto se transforma en un gran cambio si se repite consistentemente. Si soñamos con un mundo más sano, entonces hagamos lo que sea necesario para formar parte de ese sueño y convertirlo en realidad. Muchos soñamos con una vida sana y plena, pero ¿cómo esperamos estar sanos si nuestra dieta no es sostenible con nuestro hermoso planeta?

¿Sabías que si el régimen alimenticio de todos los seres humanos fuera la dieta americana estándar -que es altísima en consumo de proteínas animales- necesitaríamos siete planetas Tierra para dar abasto a dicha demanda? Es decir, nuestro consumo de productos animales está muy alejado del término «sostenible». Las dietas de moda nos invitan a aumentar nuestro consumo de proteína animal, pero nadie nos ha invitado a ponderar las implicaciones ambientales de estas dietas. Los ciclos de la naturaleza no tienen desperdicio, en la naturaleza todo es un insumo para la siguiente parte del proceso. Sin embargo, para dar abasto a nuestro consumo exagerado de productos animales hemos recurrido a la ganadaría industrial… muy alejada de los ciclos naturales del planeta. La ganadería industrial genera deshechos que no pueden ser insertados en el ciclo natural. Es decir, estos deshechos se convierten en basura y residuos que deben tratase de manera artificial, lo que genera desequilibros ambientales y ecológicos.

Yo tengo un sueño… sueño que un día uniremos nuestras fuerzas para dejar un planeta saludable, abundante y hermoso a nuestros hijos… ese hermoso planeta al que llamamos hogar.

Para alcanzar este sueño empecemos por tomar consciencia sobre nuestra dieta y estilo de vida. Pequeños pasos… no todo cambio debe ser radical. ¿Qué tal reducir dos veces a la semana tu consumo de productos animales?, Si lo haces de manera consistente y también lo hacen las personas a tu alrededor, entonces esos pequeños cambios van a generar grandes resultados. Como dijo Walt Disney: «Si podemos soñarlo, podemos hacerlo».

Si quieres saber más sobre la verdad que nos oculta la industria de los alimentos y tomar mejores decisiones en torno a lo que comes, hoy lunes 17 de enero, para conmemorar la lucha pacífica de Martin Luther King por las causas sociales y celebrar nuestros sueños, regalaré la versión electrónica de mi libro «Por tu salud y la del Planeta» que encontrarás en el menú lateral de mi sitio web.

Deseo que tu paso por este mundo sea un legado para la humanidad y las generaciones por venir.

Sigamos soñando!!


Cambio climático y contaminación de suelos, agua y aire

¿Cómo afecta a las generaciones futuras?

¿Sabías que el cambio climático es la variación del clima de la Tierra como resultado del “efecto invernadero” que es la consecuencia del aumento de los gases que absorben y emiten radiación infrarroja? Este fenómeno provoca el aumento y retención de calor en la atmósfera.

Por orden de importancia, los gases de efecto invernadero causantes del cambio climático son:

  1. El dióxido de carbono (76% que deriva de la quema de combustibles fósiles y de la deforestación para propósitos agrícolas.
  2. El gas metano (16%) derivado principalmente de las actividades agrícolas (incluyendo las granjas industriales), del manejo del estiércol y de la digestión entérica de los rumiantes.
  3.  El óxido nitroso (6%) como resultado de la fertilización de los suelos y el manejo del estiércol y que, a pesar de que representa un porcentaje bajo, su incremento en las últimas 4 décadas se ha triplicado.
  4. Otros gases fluorados (2%) que derivan de ciertos procesos industriales.

A nivel mundial, la agricultura (incluyendo granjas industriales), la silvicultura y otros usos de la tierra son el segundo contribuyente de gases de efecto invernadero y, de no hacer cambios, los expertos estiman que las emisiones de metano se duplicarán para 2030.

El óxido nitroso es mejor conocido como el gas de la risa (los usan los dentistas para pasar el trago amargo de alguna intervención) pero se ha descubierto que es 300 veces más potente que el dióxido de carbono para atrapar calor en la atmósfera. Bien dicen los expertos que el impacto climático del gas de la risa no es un tema para bromear.

¿Por qué las granjas industriales son un problema ambiental?

La gran concentración de animales, estiércol, orina y cadáveres ocasiona daño a los ecosistemas y a los recursos naturales del planeta. Además, la agricultura intensiva necesaria para alimentar a una gran cantidad de animales en confinamiento depende del uso intensivo de combustibles fósiles, la sintetización de fertilizantes basados en nitrógeno y los productos químicos a base de petróleo (pesticidas y herbicidas).

Una de las vías que utilizan las granjas industriales para deshacerse de los desechos es arrojarlos al agua. Como resultado, es común que las zonas con mayor concentración de granjas industriales experimenten serios problemas de calidad del agua que afectan tanto a los seres humanos y a la fauna silvestre, como a diversos sistemas de agua como corrientes subterráneas, arroyos, ríos, lagos y océanos.

De acuerdo con las tendencias que presenta la ONU, de persistir los niveles actuales de emisiones de gases de efecto invernadero, la temperatura media mundial seguirá aumentando y superará, entre 2030 y 2050, la meta convenida en el Acuerdo de París. Quizás no nos damos cuenta, pero nuestro estilo de vida deja un rastro de destrucción. La ironía es que los únicos perjudicados con la explotación y producción desmedida seremos nosotros mismos: los seres humanos. El planeta se recuperará, pero, de continuar con este ritmo de desgaste, es probable que ese proceso de sanación no nos incluya como especie. Es necesario detenernos a pensar que nuestras acciones de hoy roban la calidad de vida futura de nuestros hijos, de nuestros nietos y de las siguientes generaciones.

Para revertir los efectos del cambio climático es necesario consolidad dos acciones: 1) reducir las emisiones de los gases de efecto invernadero y 2) rehabilitar los suelos, bosques y ecosistemas marinos para  facilitar el “secuestro de carbono” de la atmósfera. Algunos expertos afirman que, si reducimos las causales de estas emisiones y simultáneamente restauramos nuestros suelos y ecosistemas terrestres y marinos, podríamos revertir rápida y exitosamente los efectos del cambio climático.


Manejo de estrés

La importancia de los mecanismos de apoyo para las madres trabajadoras en tiempos de pandemia

A raíz de la pandemia los hogares se han convertido en el espacio donde todo ocurre: el cuidado, la educación de los hijos, la socialización y el trabajo. Esta carga de trabajo recae principalmente en las mujeres que refieren síntomas de depresión, ansiedad y disminución de la autoestima.

¿Sabías que la incorporación de la mujer al mercado laboral ha generado repercusiones no sólo en el funcionamiento familiar y laboral sino también en las condiciones de salud y bienestar?

Las mujeres que trabajan fuera de casa también tienen la responsabilidad del manejo, la administración y la ejecución de las tareas del hogar, así como el cuidado de los hijos, lo que duplica su jornada laboral. A raíz de la pandemia los hogares se han convertido en el espacio donde todo ocurre: el cuidado, la educación de los hijos, la socialización y el trabajo. Esta carga de trabajo recae principalmente en las mujeres sin que se valore social ni económicamente y que, derivado del confinamiento, han perdido en gran parte sus redes de apoyo. Antes de la pandemia se estimaba que las mujeres con hijos necesitaban casi 4 horas adicionales cada día para llevar a cabo todas sus actividades; durante la pandemia, esta necesidad se ha duplicado.

Según la OCDE, México ocupa el primer lugar de los países con jornadas labores más extensas (seguido por Costa Rica y Corea del Sur) y, de acuerdo a un estudio del International Buiness Report (IBR) de Grant Thornton, se encuentra en el segundo lugar de los países con mayor nivel de estrés en general (incluyendo el laboral). Muchas mujeres trabajadoras con hijos refieren síntomas de depresión, ansiedad y disminución de la autoestima. Si además tienen malos hábitos o una mala alimentación, pueden llegar a presentar otros síntomas relacionados con el estrés como el sobrepeso, la disminución de la esperanza de vida, alteraciones del sueño y del estado de ánimo, baja productividad, agresividad, problemas cardiovasculares -como hipertensión- y reducción del nivel de energía.

El mundo ha cambiado y hoy es importante contar con mecanismos de apoyo para las mujeres que participan en el mercado laboral y que tienen hijos. Las empresas que invierten en la salud y bienestar de sus empleados, especialmente madres trabajadoras, reditúan esas inversiones en un incremento en la productividad  y compromiso del personal (ser adicto al trabajo no es lo mismo que compromiso), como resultado de modificar la dieta y el estilo de vida, de la incorporación de mecanismos para la reducción de los niveles de estrés y del uso de herramientas puntuales para la administración eficiente del tiempo.


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Recetas sanas y deliciosas

Hummus de garbanzo

El hummus puede ser una opción de botana sana, pero dependerá del tipo de aceite usado en su preparación, así como los aditivos que pudieran haberse agregado -como ácido cítrico- o los conservadores. Por lo mismo, tu mejor opción siempre será prepararlo en casa. A continuación encontrarás la receta para preparar fácilmente el tradicional hummus de garbanzo. Puedes acompañarlo con tostadas, con pan pita o con crudité de vegetales. ¡Buen provecho y, si te gustó, déjame tus comentarios!

Ingredientes:

  • 2 tazas de garbanzos cocidos
  • 2 dientes de ajo
  • 3 cdas de jugo de limón amarillo
  • 2 cdas de tahini (pasta de ajonjolí) o aceite de ajonjolí
  • 3 cdas de aceite de oliva
  • 1 cta de comino
  • 1/2 cta de sal

Para decorar:

  • 1 puñito de semillas de ajonjolí negro
  • 1 chorrito de aceite de oliva
  • 1/2 cta de paprika (pimentón)
  • Aceitunas kalamata

Preparación:

  • Coloca los ingredientes en el procesador de alimentos hasta obtener una pasta suave.
  • Decora con semillas de ajonjolí, un chorrito de aceite de oliva, paprika y aceitunas kalamata.
  • Sirve con pan pita y vegetales de tu preferencia.

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La historia del filósofo y el monje

Historias cortas para nutrir el alma

Cuenta una historia antigua que, en uno de sus recorridos por el mundo, se encontraron un filósofo y un monje. Caminaron juntos por un sendero intercambiando ideas y perspectivas hasta que llegaron a un denso bosque. Cuando se internaron en el bosque cayó la noche y, como no encontraban la manera de salir, se vieron obligados a reconocer que estaban perdidos. Al poco rato comenzó una tormenta y, mientras el filósofo miraba al cielo para tratar de entender el origen de los relámpagos, el monje simplemente estaba presente observando lo que sucedía a su alrededor. Al encontrase buscando respuestas sobre fenómeno natural, el filósofo perdió la oportunidad de salir del bosque; en contraste, el monje aprovechó la conveniencia de la luz que le ofrecían los relámpagos para encontrar de nuevo su camino.

Como el filósofo de la historia, a veces nos perdemos en nuestros pensamientos y tendemos a dar vuelta al origen de los sucesos una y otra vez. Se nos olvida estar presentes y poner atención a lo que sucede a nuestro alrededor. Muchas de las respuestas no las puede ofrecer la mente racional porque el cerebro es un órgano que trabaja por asociación. Es decir, si nunca hemos vivido una situación similar a la que nos acontece, la mente racional no encontrará soluciones porque no tiene contra qué comparar. Cuando la mente racional no encuentra elementos contra los que pueda equiparar o asociar lo que sucede a nuestro alrededor nos llenamos de miedo, sentimos que hemos perdido el control porque no sabemos cómo actuar y nos paralizamos.

Por eso la recomendación de los sabios es vivir en el aquí y en el ahora, sentir que estamos presentes con todo nuestro cuerpo, mente y espíritu en este preciso instante. La vida no te sucede, la vida simplemente sucede «para ti» y cada suceso es una oportunidad de crecimiento y transformación. La vida no te sucede pero sí sucede «para ti». Mira cada día de tu vida con ojos nuevos, con los ojos de un niño que aún no ha construido patrones de comportamiento ni historias mentales sobre lo que ocurre a su alrededor. Disuélvete en el presente y te aseguro que, más temprano que tarde, un relámpago de luz iluminará el camino que debes seguir.


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Minerales en nuestra dieta

El valioso magnesio

Por Ximena Yáñez Soto

El magnesio es un mineral indispensable para muchas de las funciones críticas de nuestro cuerpo. Junto con el calcio y el potasio mantiene la densidad de nuestros huesos y reduce el riesgo de la osteoporosis; ayuda a normalizar la presión arterial y a mantener la estabilidad el ritmo cardíaco; refuerza el proceso digestivo; calma el sistema nervioso central; mejora los patrones de sueño y descanso; reduce la ansiedad y el estrés de las glándulas suprarrenales; mejora nuestras habilidades de pensamiento, aprendizaje, lectura y habla, y es un mineral clave para la producción de energía.

A pesar de que el magnesio abunda en la naturaleza, nuestra dieta moderna -alta en productos comestibles altamente procesados- evita que obtengamos las cantidades necesarias para que nuestra salud sea óptima. Tampoco es de mucha ayuda nuestra constante exposición a metales pesados y la erosión de minerales en suelos vitales para la salud humana.

Algunos de los síntomas de una deficiencia de magnesio en etapa temprana son: estreñimiento, fatiga, pérdida de apetito y debilidad. Los síntomas por periodos un poco más largos se complican más: contracciones musculares, convulsiones, niveles bajos de calcio y potasio, ritmo cardiaco irregular, cambios de personalidad y adormecimiento de manos y pies. La comunidad médica estima que una deficiencia extendida puede resultar en presión arterial elevada, diabetes tipo 2, osteoporosis y enfermedades del corazón.

Algunos alimentos ricos en magnesio que te recomiendo incorporar a tu dieta son:

  • Frutas como chabacano (albaricoque), frutos rojos, mangos, naranjas, mandarinas, plátano y aguacate.
  • Verduras como alcachofas, espárragos, vegetales de hojas verdes –espinaca y lechuga- germinados, papa y coliflor.
  • Hierbas y especias como perejil, diente de león y trébol rojo.
  • Nueces y semillas -especialmente almendras, nueces de la india (anacardos).
  • Legumbres como frijoles, garbanzos, lentejas, habas, cacahuates, soya.
  • Granos integrales como arroz integral, mijo, avena, cebada y trigo integral.

Lo ideal es obtener el magnesio de fuentes naturales pero, si sientes que puedes tener deficiencia de este importante mineral, busca un complejo que contenga citrato, glicinato y malato. El citrato tiene un efecto laxante y ayuda a prevenir migrañas; el glicinato contiene el aminoácido glicina y trabaja con neurotransmisores del cerebro como GABA para promover un estado de calma y mejorar la calidad del sueño, y el malato tiene una tasa de absorción alta que es recomendable cuando existe deficiencia de este mineral.

En mi libro “Por tu salud y la del planeta: un sencillo cambio de alimentación para devolver el futuro a nuestros hijos” encontrarás deliciosas recetas que incluyen estos alimentos ricos en magnesio. Recuerda que la salud es nuestro estado natural y depende de los insumos que proveemos a nuestro cuerpo.


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Historias Zen para nutrir el alma

Buena suerte, mala suerte… ¿hay que agradecerlo todo?

Por Ximena Yáñez Soto

Un día escuché a un maestro decir que solamente podemos ver la totalidad si entendemos la vida no como una cadena de sucesos aislados, sino como un evento absoluto de principio a fin, es decir, desde el día que nacemos, hasta el día en que morimos. Si llevamos una vida fragmentada, nos enfocamos entonces en los pequeños incidentes, nos perdemos de esa totalidad y no entendemos que todo lo que sucede, sucede como parte de una gran puesta en escena. La totalidad es enorme, pero los  fragmentos son tan minúsculos que si basamos nuestra vida en los saldos de esos pequeños segmentos, sin duda perderemos de vista el resultado final.  

Hay un cuento zen muy antiguo que narra la historia de un granjero que tenía un caballo majestuoso. El corcel ayudaba en las tareas de siembra y cosecha  y por eso era muy importante para la familia; era fuerte y musculoso, pero a la vez dócil y apacible. Un día el caballo escapó del establo y, sabiendo lo importante que era para la familia, los vecinos se acercaron a consolar al granjero mientras murmuraban: “qué mala suerte”. A lo que el granjero respondió: “mala suerte, buena suerte, quien sabe… hay que agradecerlo todo”.  Al día siguiente, el caballo regresó acompañado de tres magníficas yeguas salvajes, quiénes lo siguieron apaciblemente hasta el establo. Al enterarse, los vecinos se acercaron para ver con sus propios ojos el milagro mientras exclamaban con alegría: “¡qué buena suerte!”. El granjero respondió: “buena suerte, mala suerte, quien sabe… hay que agradecerlo todo”. Unos días después el hijo del granjero montaba una de las potrancas para prepararla para el trabajo de campo, cuando ésta coceó arrojándolo con fuerza hacia el suelo. El joven se fracturó una pierna y no podría ayudar a la familia en las labores del campo por una temporada. Los vecinos fueron a visitar al aquejado y al acercarse al granjero para ofrecer sus condolencias susurraban: “qué mala suerte”. Nuevamente el granjero respondió: “mala suerte, buena suerte, quien sabe… hay que agradecerlo todo”. Unas semanas más tarde ocurrieron una serie de invasiones en el reino por lo que el ejército se empezó a movilizar de pueblo en pueblo para reclutar a los hombres jóvenes. Al tener la pierna fracturada, el hijo del granjero fue dispensado y se le permitió quedarse en casa. Los vecinos exclamaban maravillados: “¡qué buena suerte!”. El granjero repitió: “buena suerte, mala suerte… hay que agradecerlo todo”.

La historia sigue narrando los sucesos fragmentados de la vida del granjero, pero su respuesta ante cada uno siempre era la misma. Sabía que no debía dejarse llevar por el resultado de los fragmentos ya que, independientemente del producto de cada uno de esos sucesos, el resultado total al final de su vida sería el mismo y lo único que cambiaría sería la forma de afrontarlos. La actitud escogida no cambiaría el suceso en absolutamente nada: podría encarar los sucesos con rencor y enojo o podía hacerlo con paciencia y aceptación. La única diferencia es la forma en la que se vive cada una de esas experiencias.

Lo mismo nos pasa a nosotros, la vida sigue su marcha y a, lo largo de la misma, nos encontramos con diversos sucesos que nos hacen felices o tal vez nos provocan cierto dolor o angustia. Pero lo que debemos hacer es reconocer que ese suceso es únicamente parte de la totalidad, observar la emoción que provoca en nosotros y crear mayor consciencia sobre el camino que nos tocó recorrer. Solo entonces podremos cambiar nuestra perspectiva de víctimas por la de héroes de nuestra propia historia.


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Técnicas de respiración

La importancia de aprender a respirar

Por Ximena Yáñez Soto

Los misterios de la inmortalidad y la extensión del periodo de vida han acompañado a los seres humanos desde tiempos inmemoriales. Se nos han dicho que la esperanza de vida en tiempos modernos ha sobrepasado -por mucho- la esperanza de vida de los seres humanos en el pasado. Sin embargo, según textos antiguos, los años que vive un ser humano se determina no por días vividos, sino por el número de respiraciones que realiza. En promedio, el ser humano respira alrededor de 21,600 veces al día, por lo que los textos consideraban que un ser humano podía vivir fácilmente hasta los 86 años. Algunos sabios que buscaban la manera de extender la vida con el objetivo de “ganar tiempo” para alcanzar la iluminación, desarrollaron técnicas de respiración que permiten alargarla. De acuerdo a esta creencia, el alargamiento de la respiración les ofrecía años adicionales para continuar (y en algunos casos concluir) su trabajo espiritual.

En la práctica de yoga este trabajo se conoce como “pranayama” que es una palabra en sánscrito que se traduce generalmente como “control de la energía vital”. La energía vital va de la mano con la respiración y, a su vez, la respiración es el puente entre el mundo físico, el mundo emocional y el mundo espiritual. Así que prana se ha traduce también como respiración. La realidad es que no podemos controlar la respiración ya que es absolutamente necesaria para nuestra vida, pero lo que sí podemos hacer es extenderla, prolongarla y alargarla. Así que, para efectos prácticos, pranayama significa “extensión de la respiración” y eso es justamente lo que hacemos durante los ejercicios de respiración.

Existen muchas técnicas para atender diferentes situaciones: existen técnicas de enfriamiento y calentamiento, técnicas para mejorar la oxigenación, técnicas de limpieza y activación de nadis (canales de energía) y muchas otras técnicas para promover una mejor distribución de la energía alrededor del cuerpo y extender los periodos entre inhalación y exhalación.

Se dice que a donde va la respiración sigue la mente. Una manera de tener una mente clara y serena es a través de la respiración consciente y por eso la importancia de incorporar a nuestra vida diaria una práctica de pranayama.


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Nuestro cuerpo es una maravilla

¿Cómo fortalecemos nuestro sistema inmunológico?

Por Ximena Yáñez Soto

El estrés es una respuesta de nuestro cuerpo para salvarlo en condiciones de vida o muerte. Cuando una situación «temporal» amenaza nuestra vida, nuestro sistema nervioso simpático cambia la química del cuerpo para activar el modo de «correr, pelear o congelarnos»: los órganos internos reciben menos sangre (y por lo mismo menos oxigenación) para canalizar esa sangre a las piernas y los brazos; las glándulas suprarrenales liberan la hormona cortisol cuyas funciones principales son incrementar el nivel de azúcar en la sangre (combustible favorito de nuestras células y nuestro cerebro) y suprimir el sistema inmunológico; nuestra mente consciente (corteza cerebral frontal) se apaga para dar paso a los instintos gobernados por el cerebro reptiliano, y nuestro cuerpo detiene cualquier proceso de sanación o renovación porque lo importante es salir cuanto antes de la emergencia. Aún si estuviéramos pasando por algún proceso infeccioso, nuestro cuerpo dará prioridad a la emergencia, canalizará la sangre a las extremidades y suprimirá el sistema inmunológico. Esta respuesta es un maravilloso ejemplo de la inteligencia del cuerpo humano para aprovechar eficientemente la energía y canalizarla a nuestra supervivencia. De hecho, eso es lo que siempre están haciendo nuestras células y órganos: trabajar para mantenernos vivos.

A pesar de que nuestro cuerpo es un maravilloso modelo de supervivencia, el sistema nervioso autónomo siempre responde a lo que sucede en nuestra mente. El cuerpo no tiene manera de saber si la situación que atravesamos -y que nos provoca estrés- es real o es solo nuestra imaginación. La activación de la respuesta «correr, pelear o congelarnos» sucede de la misma manera si nos está persiguiendo un oso, si estamos ansiosos porque vamos a llegar tarde a una junta importante, si estamos discutiendo con nuestra pareja, si estamos recordando eventos dolorosos o si nos estamos imaginando una discusión (que aún no ha sucedido) con algún compañero de trabajo. En todas estas situaciones el sistema nervioso autónomo se prepara para entrar en modo «simpático» y la consecuencia más grave es que, hoy en día, vivimos estresados y con el sistema inmunológico mermado. A veces cuesta mucho trabajo creer que el estrés tenga un impacto a nivel físico y en nuestro sistema inmunológico, pero es una práctica vital en cirugías mayores -como transplantes de órganos- administrar medicamentos para estresar el cuerpo y evitar que el sistema inmunológico ataque el órgano nuevo.

Para fortalecer nuestro sistema inmunológico no basta con comer sano y hacer ejercicio, también es necesario buscar momentos que activen la otra cara de la moneda del sistema nervioso autónomo: el sistema «parasimpático» que se encarga de los procesos de digestión, descanso y reparación. Nuestro cuerpo solamente puede estar en alguno de esas dos modalidades; o el simpático o el parasimpático. Este conocimiento fue utilizado en culturas ancestrales para desarrollar prácticas integrales que fortalecen la relación entre cuerpo, mente y espíritu y cultivan la energía y la mente consciente, como el Qigong, el Tai Chi y el Yoga. Una práctica consistente ayuda a activar el sistema parasimpático y a mejorar la oxigenación y, por lo mismo, tener un cuerpo más fuerte y mejor preparado para enfrentar cualquier enfermedad de índole infeccioso.

En Internet puedes explorar opciones que te ayudarán a hacer la transición de una vida estresante a una vida saludable, consciente y en armonía con el mundo que te rodea. Te invito a que te comprometas con la práctica que más te guste y mejor te acomode y, durante la misma, mantengas tu atención enfocada en la respiración. Encontrarás desde programas personalizados hasta muy buenos maestros que ofrecen clases gratuitas como Elena Malova que es maestra de Yoga y tiene un canal en YouTube con cientos de videos que cubren muchas necesidades.

Lo importante es que sepas que sí existen herramientas que te pueden ayudar a mejorar tu salud, que está el ti la decisión de empezar una práctica consciente y consistente para vivir una vida libre de estrés crónico y que tú eres el arquitecto de tu propio destino.


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Smoothies, jugos y alimentos que sanan

¿Qué hace especiales a los smoothies, jugos y otros tónicos?

Por Ximena Yáñez Soto

Los smoothies, jugos y otros tónicos son excelentes conductores de nutrientes indispensables para la eliminación de microorganismos patógenos, toxinas y metales pesados de nuestro cuerpo. Hoy en día estamos expuestos a diversas sustancias que nuestro cuerpo debería procesar y eliminar. Sin embargo, en la mayoría de los casos el cuerpo no puede eliminarlas porque la velocidad a la que las recibe y las acumula lo sobrepasa. Esto ocasiona que los virus, bacterias, hongos, toxinas, metales pesados y otros elementos tóxicos se acumulen principalmente en el hígado, pero también en diversos órganos, en el flujo sanguíneo y en las articulaciones.

Los smoothies y jugos naturales proveen mecanismos de absorción inmediata de nutrientes como vitaminas, minerales traza, antioxidantes, fitonutrientes, polifenoles, electrolitos, agua y glucosa, que ofrecen un respiro al hígado y le permiten dar continuidad a los procesos de desintoxicación natural de nuestro cuerpo. Además, estos fitonutrientes poseen propiedades antivirales y antibacteriales y, en algunos casos, se enlazan con toxinas y metales pesados para conducirlos fuera de nuestro cuerpo.

El proceso digestivo demanda mucha energía de nuestros cuerpo, lo que le impide llevar a cabo otros procesos igualmente importantes como la restauración y la sanación. Una de las prioridades de nuestro cuerpo es digerir, por lo que enfocará su energía en terminar este proceso. Los smoothies y jugos naturales reducen la carga de trabajo de nuestro sistema digestivo, lo que permite direccionar esa energía a los procesos desintoxicación. Es decir, los nutrientes de estas bebidas (además de ser esenciales para nuestra salud) se absorben rápidamente y entonces nuestro cuerpo puede llevar a cabo otras funciones. Si tu día lo empiezas con un smoothie, tu cuerpo tendrá más tiempo para continuar el proceso de reparación que inició mientras dormías. Esto significa que le estarás dado a tu cuerpo más horas para seguir en ese modo de auto-sanación.

Ya sea en forma de smoothie, jugo, té o algún otro tónico, los alimentos de origen vegetal nos ofrecen una excelente alternativa para sanar, para recuperar la energía y para mantener nuestro cuerpo libre de elementos y sustancias tóxicas. En nuestro blog encontrarás algunas recetas para preparar bebidas saludables y mantenerte en el camino hacia la salud. Así que ¡salud por tu salud!


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