La historia del filรณsofo y el monje

Historias cortas para nutrir el alma

Cuenta una historia antigua que, en uno de sus recorridos por el mundo, se encontraron un filรณsofo y un monje. Caminaron juntos por un sendero intercambiando ideas y perspectivas hasta que llegaron a un denso bosque. Cuando se internaron en el bosque cayรณ la noche y, como no encontraban la manera de salir, se vieron obligados a reconocer que estaban perdidos. Al poco rato comenzรณ una tormenta y, mientras el filรณsofo miraba al cielo para tratar de entender el origen de los relรกmpagos, el monje simplemente estaba presente observando lo que sucedรญa a su alrededor. Al encontrase buscando respuestas sobre fenรณmeno natural, el filรณsofo perdiรณ la oportunidad de salir del bosque; en contraste, el monje aprovechรณ la conveniencia de la luz que le ofrecรญan los relรกmpagos para encontrar de nuevo su camino.

Como el filรณsofo de la historia, a veces nos perdemos en nuestros pensamientos y tendemos a dar vuelta al origen de los sucesos una y otra vez. Se nos olvida estar presentes y poner atenciรณn a lo que sucede a nuestro alrededor. Muchas de las respuestas no las puede ofrecer la mente racional porque el cerebro es un รณrgano que trabaja por asociaciรณn. Es decir, si nunca hemos vivido una situaciรณn similar a la que nos acontece, la mente racional no encontrarรก soluciones porque no tiene contra quรฉ comparar. Cuando la mente racional no encuentra elementos contra los que pueda equiparar o asociar lo que sucede a nuestro alrededor nos llenamos de miedo, sentimos que hemos perdido el control porque no sabemos cรณmo actuar y nos paralizamos.

Por eso la recomendaciรณn de los sabios es vivir en el aquรญ y en el ahora, sentir que estamos presentes con todo nuestro cuerpo, mente y espรญritu en este preciso instante. La vida no te sucede, la vida simplemente sucede ยซpara tiยป y cada suceso es una oportunidad de crecimiento y transformaciรณn. La vida no te sucede pero sรญ sucede ยซpara tiยป. Mira cada dรญa de tu vida con ojos nuevos, con los ojos de un niรฑo que aรบn no ha construido patrones de comportamiento ni historias mentales sobre lo que ocurre a su alrededor. Disuรฉlvete en el presente y te aseguro que, mรกs temprano que tarde, un relรกmpago de luz iluminarรก el camino que debes seguir.


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Historias Zen para nutrir el alma

Buena suerte, mala suerte… ยฟhay que agradecerlo todo?

Por Ximena Yรกรฑez Soto

Un dรญa escuchรฉ a un maestro decir que solamente podemos ver la totalidad si entendemos la vida no como una cadena de sucesos aislados, sino como un evento absoluto de principio a fin, es decir, desde el dรญa que nacemos, hasta el dรญa en que morimos. Si llevamos una vida fragmentada, nos enfocamos entonces en los pequeรฑos incidentes, nos perdemos de esa totalidad y no entendemos que todo lo que sucede, sucede como parte de una gran puesta en escena. La totalidad es enorme, pero los  fragmentos son tan minรบsculos que si basamos nuestra vida en los saldos de esos pequeรฑos segmentos, sin duda perderemos de vista el resultado final.  

Hay un cuento zen muy antiguo que narra la historia de un granjero que tenรญa un caballo majestuoso. El corcel ayudaba en las tareas de siembra y cosechaย  y por eso era muy importante para la familia; era fuerte y musculoso, pero a la vez dรณcil y apacible. Un dรญa el caballo escapรณ del establo y, sabiendo lo importante que era para la familia, los vecinos se acercaron a consolar al granjero mientras murmuraban: โ€œquรฉ mala suerteโ€. A lo que el granjero respondiรณ: โ€œmala suerte, buena suerte, quien sabeโ€ฆ hay que agradecerlo todoโ€. ย Al dรญa siguiente, el caballo regresรณ acompaรฑado de tres magnรญficas yeguas salvajes, quiรฉnes lo siguieron apaciblemente hasta el establo. Al enterarse, los vecinos se acercaron para ver con sus propios ojos el milagro mientras exclamaban con alegrรญa: โ€œยกquรฉ buena suerte!โ€. El granjero respondiรณ: โ€œbuena suerte, mala suerte, quien sabeโ€ฆ hay que agradecerlo todoโ€. Unos dรญas despuรฉs el hijo del granjero montaba una de las potrancas para prepararla para el trabajo de campo, cuando รฉsta coceรณ arrojรกndolo con fuerza hacia el suelo. El joven se fracturรณ una pierna y no podrรญa ayudar a la familia en las labores del campo por una temporada. Los vecinos fueron a visitar al aquejado y al acercarse al granjero para ofrecer sus condolencias susurraban: โ€œquรฉ mala suerteโ€.ย Nuevamente el granjero respondiรณ: โ€œmala suerte, buena suerte, quien sabeโ€ฆ hay que agradecerlo todoโ€. Unas semanas mรกs tarde ocurrieron una serie de invasiones en el reino por lo que el ejรฉrcito se empezรณ a movilizar de pueblo en pueblo para reclutar a los hombres jรณvenes. Al tener la pierna fracturada, el hijo del granjero fue dispensado y se le permitiรณ quedarse en casa. Los vecinos exclamaban maravillados: โ€œยกquรฉ buena suerte!โ€. El granjero repitiรณ: โ€œbuena suerte, mala suerteโ€ฆ hay que agradecerlo todoโ€.

La historia sigue narrando los sucesos fragmentados de la vida del granjero, pero su respuesta ante cada uno siempre era la misma. Sabรญa que no debรญa dejarse llevar por el resultado de los fragmentos ya que, independientemente del producto de cada uno de esos sucesos, el resultado total al final de su vida serรญa el mismo y lo รบnico que cambiarรญa serรญa la forma de afrontarlos. La actitud escogida no cambiarรญa el suceso en absolutamente nada: podrรญa encarar los sucesos con rencor y enojo o podรญa hacerlo con paciencia y aceptaciรณn. La รบnica diferencia es la forma en la que se vive cada una de esas experiencias.

Lo mismo nos pasa a nosotros, la vida sigue su marcha y a, lo largo de la misma, nos encontramos con diversos sucesos que nos hacen felices o tal vez nos provocan cierto dolor o angustia. Pero lo que debemos hacer es reconocer que ese suceso es รบnicamente parte de la totalidad, observar la emociรณn que provoca en nosotros y crear mayor consciencia sobre el camino que nos tocรณ recorrer. Solo entonces podremos cambiar nuestra perspectiva de vรญctimas por la de hรฉroes de nuestra propia historia.


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Anahata

Por Ximena Yรกรฑez Soto

Anahata es el nombre en Sรกnscrito para el centro energรฉtico del corazรณn. Textualmente significa โ€œdesarmadoโ€, lo que yo entiendo como โ€œdesprotegido o vulnerableโ€.
El rechazo es uno de los miedos mรกs primitivos del ser humano, porque amenaza nuestro balance interno y sentido de auto-apreciaciรณn. Cuando sentimos rechazo nos des-integramos y nos sentimos separados o aislados. Para muchos (y confieso que yo vivรญ asรญ durante mucho tiempo) es preferible vivir sin amor que arriesgarnos a abrir el corazรณnโ€ฆ Es aquรญ cuando este centro energรฉtico se convierte en un mecanismo de protecciรณn y, si se nos pasa la mano, la energรญa no fluye por nuestro cuerpo. Para abrir el flujo de energรญa tenemos que entender nuestra relaciรณn con otros y con el mundo que nos rodea: un balance entre dar y recibir. Es ver el amor como algo infinito, algo a lo que tenemos derecho simplemente por estar aquรญ y apreciar ese amor infinito desde una perspectiva de abundancia y no de escasez; de unidad y no de separaciรณn. Cuando respiramos profundamente y traemos nuestra consciencia a cada inhalaciรณn y exhalaciรณn podemos abrir la puerta de entrada entre la mente y el cuerpo y entonces liberamos este bloqueo.
Cuando sientas rechazo o miedo a no formar parte de algo, siรฉntate confortablemente, cierra los ojos y observa tu respiraciรณn por algunos minutos.